domingo, 31 de marzo de 2013

DODGE DART: ¿El canto del cisne o el inicio de una nueva era para Fiat?


Firma invitada.

Hoy me resulta sumamente grato traer aquí un artículo de un hombre muy joven, que desde que tuve la suerte de conocerle (hará un par de años el próximo verano) me ha impresionado mucho y muy bien por su amplio conocimiento del mundo del automóvil. Y también, por supuesto, por otras muchas virtudes que le adornan y que lleva a flor de piel, muy poco comunes, desafortunadamente. 

No quiero extenderme demasiado, sólo hacer una breve presentación y expresar mi gratitud por aceptar mi invitación, lo que en verdad me honra. Espero que disfruten del artículo. Con ustedes: Santiago Taibo Castañón.



DODGE DART: ¿El canto del cisne o el inicio de una nueva era para Fiat?

Con este artículo no pretendo hacer un parco análisis de las bondades y defectos del nuevo modelo de la marca del carnero, sino una critica y una propuesta de lo que la nueva Fiat debería ser, o al menos, lo que a mí me gustaría que fuese.

Un sedán basado en el Guilietta, a priori tiene buena pinta.
Fuente: www.netcarshow.com
Sin embargo el Dodge Dart es la causa de este artículo y el origen de mi frustración, digamos que es la gota que colma el vaso. Para entenderlo conviene remontarse al año 2009, el ejecutivo estadounidense contempla la decadencia de su tridente. GM, Ford, y Chrysler son rescatadas. Ningún estadounidense consentiría la quiebra de ninguna de sus joyas, pero Chrysler no ve mucho más allá del dinero que Obama le pueda inyectar, y por ello buscan casarla con alguna marca del otro lado del charco, la agraciada es Fiat.

Y así fue, un 3 de junio de 2011 se confirma la noticia “Fiat engulle a Chrysler”, ante este suceso yo anhelaba optimista que a los dos lados del charco una serie de fabricantes con historia y potencial se reinventasen. A medida que pasaba el tiempo mis esperanzas se agotaban, y un año y medio después, ya no creo que las cosas se vayan a hacer bien.

En Italia los roles de cada una de las marcas se pisaban. Alfa Romeo se va pudriendo poco a poco con una berlina de la que todos esperamos mucho, pero que lleva meses de retraso. Fiat sin un buque insignia y con un Freemont en sus filas que evidencia su crisis de identidad. Y Lancia, que no se sabe si sube o si baja, y que muchas veces se ha cuestionado su lugar dentro del grupo. En Estados Unidos la cosa no iba mucho mejor, es cierto que el Challenger llego a vender más que incluso el mismísimo Mustang, pero el que debería ser el referente de su segmento, el 300C, esta lejos de llegar a lo que se espera de él, veremos si su nuevo reestilizado -más italiano- logra algo, personalmente, tengo pocas esperanzas. Las camionetas RAM tampoco es que estén en su cenit, qué se le va a hacer.

Aunque no todo en la historia reciente de Fiat han sido fracasos de por sí. Mismamente el Fiat Bravo, un compacto práctico, suficientemente equipado, asequible, y con un diseño eminentemente italiano, no se ha vendido lo que se esperaba, pese a ser un producto redondo. Tal vez deberían haberlo explotado más con variantes familiar y sedan que jubilasen al Fiat Linea de una vez por todas.

Fiat Bravo 2011, con el tiempo ha perdido sus carrocerías "Brava" y "Marea".Fuente: www.netcarshow.com
Pese a todo, desde la fusión, lo único que hemos sacado en claro, es la osadía de los italianos. Ah, y que desconocen aquello de que “Le cose sono come sono e non come si dice” o lo que es lo mismo, las cosas son como son y no como se las llame. 

¿Qué tiene que ver todo esto con el Dodge Dart? En esencia, nada que merezca una explicación tan larga, sino un cúmulo de circunstancias, todas ellas muy desafortunadas. Si retrocedemos unas cuantas décadas en la historia automovilística, recordaremos al Dart como la enorme berlina de representación que peleaba con el Seat 1500 por el privilegio de motorizar a la aristocracia de nuestro país, en definitiva, un sedan del segmento E a la antigua usanza. 

Dodge Dart 1973, muy al gusto de los "States".
Fuente: www.wikimedia .org
Tras este paréntesis histórico volvamos a la actualidad, el nuevo Dodge Dart.
¿Como se lo han tomado en los Estados Unidos? Pues dime tú como te tomarías que a lo que fue la berlina de las berlinas, milite ahora en un segmento C y una publicidad en la que alude a su origen “alfista”, cosa que a la inmensa mayoría de los estadounidenses le sonará a chino, y no necesitarán más que una búsqueda en Google, para enterarse del injusto sambenito que en Europa esta marca conserva desde tiempos inmemoriales, por su fiabilidad. Eso no quita de que vaya a ser un producto exitoso, lo será: tiene diseño, equipamiento, tacto deportivo, espacio y precio. Obviamente, cualquier ignorante que encuentres por la calle puede hacer un producto similar con tal variopinto saber hacer de la matriz italiana y un chasis de sobra amortizado como puede ser el del Giulietta, y más con un presupuesto tan amplio como el que Fiat ha puesto a disposición de Dodge. Si a un producto tan bueno que incluso compraría con mi dinero, no me queda más remedio que calificarlo como mediocre, comparado con lo que podría haber sido, ¿qué se debería hacer?

Mi opinión personal es que un producto por muy bueno que sea, si no entra por los ojos, no vende, y por desgracia, el diseño nunca gusta a todo el mundo. Ante esto hay marcas que se defienden, en PSA si no te gusta el modelo que Peugeot ofrece, tienes el de Citroën o viceversa, todos los componentes que no comprometen el diseño son exactamente iguales. Misma estrategia han puesto en práctica desde hace unos cuatro años los coreanos, con sus dos marcas Hyundai y Kia.

Fiat debe hacer lo mismo, pero con matices. La historia del automóvil en Italia no debe perderse, pero también debe evolucionar. Teniendo en cuenta este planteamiento, Ferrari y Maserati (si, son propiedad de Fiat) no deben tocarse. ¿Para las demás? Pues lo principal es delimitar a qué tipo de público va destinado cada marca. Entre Fiat y Alfa Romeo debe haber la misma relación que entre Chevrolet y Opel, ambas pertenecen a la misma matriz, General Motors, y ambas comparten muchos elementos en pro de la reducción de costes y de la economía de escala, pero cada una tiene su rango de precios, Chevrolet es más juvenil, más asequible, y su calidad general no deja de ser buena pese a estar un escalón por debajo de la mayoría de marcas generalistas; en cambio Opel es más burguesa, más tecnológica, más “alemana”, y por consiguiente más cara. Las cifras demuestran que esta forma de posicionar los productos funciona, y lo más importante, se adaptan sin brusquedades a lo que la tradición de cada marca representa.

Para Lancia lo mejor es que suba de precio, de calidades, y de tecnología y que amplíe su oferta a nuevos segmentos, para ponerse al nivel de las tres monarquías alemanas: Mercedes-Benz, BMW y Audi, con el valor añadido del diseño italiano. No creo que Lancia deba conformarse con un segundo plano como el que representan, Lexus, Infiniti, Cadillac, o Jaguar.

Por otro lado, cada marca debe establecer una simbiosis con su equivalente americano, los modelos Chrysler bien podrían ser Lancias remarcados, los Alfa-Romeo podrían adoptar el emblema Dodge en tierras norteamericanas, los Fiat, salvo la gama 500 (cuyo amplio crecimiento aplaudo) deberían limitar sus ventas sólo a Europa.

Evidentemente, esto no es suficiente, pero sería lo que más costaría llevar a cabo. A partir de aquí no queda más remedio que reducir costes, ya sea mediante economías de escala, sinergias entre todas sus marcas y demás métodos que los fabricantes ya conocen de sobra. Pese a esto, lo que ningún fabricante tiene es determinación para decidir, que si una fábrica esta por debajo del 85 - 80 % de su producción, no va a ser nunca rentable y lo mejor es cerrarla, a no ser que te guste perder dinero (véase Ford o PSA). 

Otra forma de reducir costes que se ha planteado recientemente, y que al principio yo no miraba con buenos ojos, eran las plataformas modulares polivalentes. VAG ha sido pionera con su plataforma MQB, y su laureado tren trasero de rueda tirada con barra de torsión (si bien esta plataforma admite de forma natural suspensiones multibrazo) y un complejo plan estratégico esta plataforma muy recomendable para todo tipo de excentricidades (sí, han leído bien) de movilidad alternativa que nunca llegarán al mercado en un plazo de tiempo lógico para la amortización de este monocasco. También PSA, en asociación con GM, han creado la plataforma EMP2 con el valor añadido de que ésta no podrá tener tracción total, con el fin de primar la habitabilidad y el aprovechamiento del espacio.

Sin embargo Fiat no necesita una sola plataforma modular polivalente, sino dos. Una Made in Italy para los modelos más pequeños de la casa, hasta un tamaño de unos 4,7 metros (lo que sería un Alfa Romeo 169) de tracción únicamente delantera. Y otra más grande, para los modelos, Chrysler, Lancia y Jeep, de tracción trasera y total, cuyas dimensiones mínimas sean las de un compacto deportivo de unos 4,4 metros, podéis pensar en un Lancia Delta. ¿A que estaría bien un Lancia Delta de tracción trasera o total? Seguro que sí.

Más allá de esto, prefiero no pronunciarme. Cuando se acabe la gasolina, quizás Fiat no cuente con la más alta tecnología, será cuestión de utilizar bien el dinero del que dispongan, su futuro a partir de este punto será una lotería, para el resto de fabricantes igual.

Por desgracia nada de lo que estoy escribiendo será tenido en cuenta nunca, si estuviese hablando del coche que a mi me gustaría, supongo que no me importaría tanto, pero ese fin no es el que ahora me ocupa. Nada de lo que ahora escribo mejoraría mi vida en nada, pero lo creo necesario, todas las empresas tienen su inicio y su fin, lo respeto, pero no quiero consentir el fin prematuro de una de ellas, y precisamente una que tiene tanta historia a sus espaldas, ni tampoco quiero ser cómplice del drama social que supone la incertidumbre laboral para toda la gente que ahora trabaja en una empresa que, francamente, no tiene mucho futuro y menos el futuro que ellos esbozan con sus decisiones actuales. 

Santiago Taibo Castañón

domingo, 24 de marzo de 2013

SEMANA SANTA 2013, y (2)

Cuando circule en carretera con dos carriles, uno por sentido:

Hay que tener especial cuidado en las maniobras de adelantamiento, cambios de dirección a la izquierda, paso de intersecciones y travesías, y cambios de sentido. También es necesario tener muy en cuenta, antes de meternos en una zona sin visibilidad, que en ella, nos podemos encontrar con ciclistas, peatones, animales, un vehículo averiado, un carro de bueyes, un vehículo agrícola, etcétera. Si tenemos en cuenta estas cosas es difícil, muy difícil, tener un accidente.
Recién amanece, el viento sur pinta el cielo de Vizcaya.
INFO CURSOS Y LIBROS: AQUÍ AQUÍ.

Lo más probable es que estas carreteras las utilicemos cuando hemos llegado a nuestro destino, en recorridos cortos; que en pocas horas sintamos ese territorio como propio (muchas veces nos unen a él lazos familiares) y, como en este caso dice muy bien la DGT, se tiende a bajar la guardia y confiarnos en exceso. Es muy común que se disfrute de comidas y cenas abundantes compartidas con familiares y amigos, muy tentador acompañarlas con vino, cerveza, sidra, sangría, licores, tabaco... No es nada raro, que sepamos de antemano que en ciertos tramos no encontraremos controles de alcoholemia ni de velocidad, ni presencia policial alguna. Pero sí sabemos seguro (nunca estamos solos) que nos encontraremos con conductores y ocupantes de otros vehículos (aunque sean muy pocos), de todo tipo, y con peatones, y ninguna de esas personas tiene porqué sufrir las consecuencias de nuestra dejadez, irresponsabilidad, falta de cuidado y previsión.

Basta con pensar (en frío) y organizar un poco “la fiesta”, para eliminar -totalmente- cualquier consecuencia negativa en que pueda derivar la celebración. Conviene recordar que existen los taxistas, utilizar sus servicios supone un pequeño gasto extra, sí, y no está el horno para bollos, pero ese gasto puede ser la mejor inversión de nuestra vida. ¿Se ha parado a pensar cuántas decenas - o centenares- de miles de personas se torturarán cada día pensando por qué no habré llamado a un taxi aquél día en que...? ¡Evítelo, puede!
Pequeña cascada en el noroeste de Vizcaya, en la carretera entre Muskiz y La Arboleda.
Adelantamientos.
  • Sobre los adelantamientos en carreteras convencionales no haré un repaso exhaustivo de las normas y señales que los regulan porque las primeras, en general, son viejas conocidas de casi todo el mundo y obedecen a un elemental sentido común; y las segundas, las conocen hasta quienes no tienen permiso de conducir. No obstante, si alguien quiere preguntar o comentar algo al respecto, le contestaré con mucho gusto. También quiero aprovechar a divulgar una norma que he constatado que pocas personas conocen, lo cual puede dar lugar a situaciones muy peligrosas. Es la que permite adelantar -aun con prohibición expresa- a bicicletas, ciclos, ciclomotores (NO motos), peatones, animales y vehículos de tracción animal (NO a tractores ni maquinaria agrícola o de obras), siempre que dejemos el metro y medio mínimo de separación lateral y, además, utilicemos parte del sentido contrario (por mucha línea continua que tengamos), todo ello, a condición de que no exista peligro alguno para nadie, para lo cual, es imperativo que tengamos visibilidad suficiente. 
"Puedo adelantar, no hay nadie". Oí esto miles de veces, pero, ¿cuánto tiempo no hay nadie?
El espacio es muy corto. Salvo a algún vehículo muy lento, iniciando la maniobra en 2ª velocidad
y pisando el acelerador con mucha decisión antes de acabar la curva, sería imposible hacer la
maniobra con seguridad. Y ojo, estamos en subida, el morro apuntando más afuera que adentro,
cargamos mucha masa atrás, las ruedas delanteras quedan"descolgadas", no sería nada raro
subvirar (derrape del eje delantero) y salir por la tangente.
(Carretera entre Covarón y El Haya, noroeste de Vizcaya)
  • Tener visibilidad suficiente es una norma general que se olvida mucho y de vital importancia en esta maniobra. Se puede ver un tramo recto y libre delante, pero antes de comenzar a ejecutar la maniobra hay que pensar, calcular y responder esta pregunta: ¿Podré volver a la derecha y delante del vehículo al que quiero adelantar si aparece alguien de frente sin obligarle a levantar un solo milímetro el pie del acelerador? Si la respuesta es afirmativa continúe; de lo contrario, o ante la más mínima duda, absténgase. 
  • Otra cosa con la que casi nadie cumple y da lugar a accidentes muy graves y a situaciones de peligro de todo tipo: Si voy detrás de un vehículo al que no tengo intención de adelantar, debo dejar un espacio suficiente para que un tercero que sí quiera lo pueda utilizar si lo necesita. Para la mayoría, esto parece de una abstracción incomprensible, pero tiene una lógica impecable. A ver si nos vamos dando cuenta. Y recuerde: ninguna norma ni señal nos obliga nunca a adelantar. 
El mismo tramo de antes, estamos en subida, por lo tanto, si aparece un vehículo en sentido contrario
puede ganar velocidad más fácilmente que nosotros y a su conductor le costará más disminuirla.
Al "otro",  la gravedad le empuja hacia adelante, a nosotros hacia atrás.
Muy pocas veces se tiene en cuenta este detalle. ¡Cuidado!
  • La maniobra de adelantamiento, muchas veces, tiene una componente emocional muy fuerte. Puede ser muy tentador aprovecharla para dejar pasmados a nuestros pasajeros con una demostración de nuestra habilidad y arrojo al volante. ¡Cuidado! Si es por eso, es infinitamente mejor invitarles a una hamburguesa en un circuito de karts para que nos aplaudan, lo que seguramente harán, aunque sólo sea por la comida y las cervezas.
  • Pero a veces es el pasaje el que siembra cizaña: “como sigas detrás de este no vamos a llegar nunca”. Momento ideal para asentar su autoridad de comandante de la nave y hacerse impermeable a criterios ajenos. Recuerde: usted conduce, usted decide y usted es el responsable. Si algo sale mal, sólo a usted le van a pedir cuentas.

Cambios de dirección a la izquierda. 
  • Como en cualquier otra maniobra, la clave para ejecutarla con seguridad pasa por pensarla y trabajarla con antelación. Siempre que actuamos con precipitación al realizar una maniobra sin provocar un accidente, nos ha tocado la lotería. Si lo piensa verá que es así.
Disculpen que dibujar no sea mi fuerte, pero creo que se entiende.
  • En esta maniobra, cuando se tiene poca y/o mala práctica hay una tendencia muy fuerte a precipitarnos, lo que lleva a girar antes de tiempo, parar in extremis y dejar el coche en diagonal sobre el eje de la carretera. Curiosamente, muchos conductores se resisten a colocarse como pongo en el dibujo -“ahí en medio, estorbando a todo el mundo...”- normalmente no se estorba a nadie y es la posición más segura. Sí requiere un cierto entrenamiento porque se hace raro -sobre todo si hay que detenerse unos instantes- estar quieto mientras todo a nuestro alrededor se mueve. Mientras estemos detenidos, las ruedas rectas, así, si alguien nos da un golpe por detrás no nos lanzará sobre el del sentido contrario; tampoco, si simplemente calamos el coche.

Paso de intersecciones. 
  • Siempre y todas, son lugares potencialmente peligrosos. Se cruzan distintas trayectorias de vehículos al mismo nivel, el riesgo es evidente, pero se puede neutralizar con facilidad: disminuyendo algo la velocidad, sin dejar que se nos pase desapercibida ninguna señal, respetando escrupulosamente las preferencias de paso, vigilando que quien nos siga no pueda alcanzarnos y estudiando bien el cruce y comportamiento de los vehículos que están en ellas. También resulta imprescindible darse cuenta de que la velocidad de paso, normalmente, es mucho más alta que en las intersecciones de vías urbanas. 
Pocas personas tienen en cuenta esta posibilidad cuando se cambia de dirección a la derecha.
  • En poblado, donde la mayoría de los conductores realizan el grueso de su kilometraje, donde convertimos los “stops” en “ceda el paso”, donde los errores, dejadez y desidia son el pan nuestro de cada día (basta con abrir los ojos cada vez que se sale a la calle), rara vez ocurren accidentes graves (por lo menos, en términos absolutos muy pocos) porque la velocidad media y máxima es muy inferior a la de carretera y disponemos de mucho más tiempo para actuar, o para que el que tiene preferencia frene y/o esquive. En el peor de los casos, generalmente, las consecuencias de un choque se saldan con un golpe de chapa. El mismo error en carretera, hace que el acero se arrugue tanto que, generalmente, provoca daños irreparables a quienes envolvía. Es imprescindible darse cuenta de la diferencia de conducir por ciudad y carretera. Hay que darse cuenta, lo contrario supone adoptar una actitud suicida y homicida.

Cambio de sentido. 
  • Tanto como protestamos de rotondas y glorietas y cuando realmente necesitamos una, ni se huele. En algún lugar nos hemos equivocado y debemos dar la vuelta. Bien, pues ante todo calma y sosiego, por más que protesten nuestros pasajeros, aunque tengamos que andar un buen puñado de kilómetros hasta encontrar un lugar seguro donde podamos cambiar el sentido de la marcha, merece la pena, sin duda. Y mucho. Para realizar esta maniobra en un lugar seguro es imprescindible que tenga muy buena visibilidad. Arrimar el coche lo más a la derecha posible, utilizando arcén o espacio libre más allá, detenerse por completo, girar toda la dirección en parado y repetir varias veces la observación. Antes, y desde el mismo punto en el que nos hemos detenido, calcular si podremos hacer la maniobra en un solo movimiento. Ante la duda es mejor seguir y buscar otro sitio mejor, pues si hacemos la maniobra (ya lenta de por sí) utilizando la marcha atrás, el tiempo en el que estamos interceptando la carretera aumenta de un modo muy notable y el riesgo de accidente grave también. 
Paciencia y tolerancia para con nosotros mismos son las claves para permitirnos buscar
un lugar completamente seguro donde realizar esta maniobra. Por favor, recuerde:
Un lugar completamente seguro. Es vital.
Ya hice alguna alusión sobre la negativa influencia que pueden ejercer los pasajeros en el ánimo y acciones del conductor. Estoy convencido de que muchos accidentes han tenido aquí su raíz. Por grande que sea un coche, su habitáculo es un lugar muy pequeño en el que convivir unas horas puede resultar difícil. Hay personas que recriminan al chófer cada error que comete por pequeño, insignificante o carente de importancia y riesgo que tenga; a veces ni son errores, personas que se asustan y gritan, que tocan con una cierta violencia y por sorpresa a quien conduce... En el habitáculo de un coche pueden ir varias personas pero sólo una asume la enorme responsabilidad de conducir. La vida de todos los ocupantes está en sus manos, por favor, respeten su labor y agradezcan su trabajo.

Como ven, básicamente, siempre acabo incidiendo en lo mismo: la actitud. Es necesario pensar, obsevar y observarnos, darnos cuenta, mentalizarnos. Y actuar en consecuencia.

¡Bon voyage y feliz estancia!

Esteban

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jueves, 21 de marzo de 2013

SEMANA SANTA 2013 (1)

Algunos afortunados comenzarán mañana sus vacaciones de Semana Santa, muchos más dentro de una semana y la mayoría nos quedaremos donde vivimos o iremos a visitar  a familiares y amigos que viven en otro lugar. En cualquier caso, en estos cuatro o cinco días festivos se concentra una cantidad de vehículos mucho mayor de lo habitual en las carreteras, máxime si el invierno ha sido un poco duro, como lo fue en estos más o menos dos últimos meses el que nos acaba de dejar.

Nos deja el invierno.
(Puerto de Los Tornos, norte de Burgos)
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En las fechas previas a estos días y a los del mes de agosto, especialmente, es ya todo un clásico que todos los medios de comunicación nos den consejos para ir y volver sanos y salvos de nuestras vacaciones. Pero, excepciones a parte, dichas recomendaciones suelen ser tan generalistas, vagas e inconcretas como simplistamente obvias. Básicamente son consejos en “plan madre” (de madre que no conduce) y que yo mismo he oído miles de veces: “Ay fíu, ten mucho cuidao, eh, por Dios, salen unes coses en la televisión...” Y es cierto, las pocas veces que veo la televisión (yo no la tengo, y lo recomiendo vivamente), generalmente en su casa, se me atraganta la comida durante las noticias, es un catálogo de horrores, porque sólo nos muestran lo malo, pero estoy firmemente convencido de que en el mundo abunda más lo bueno que lo malo.

Hace unos días se me pasó por la cabeza dejar unas recomendaciones muy concretas que tienen como punto de partida esta idea: Evite conducir tan mal como lo hace habitualmente en el lugar en el que vive y sus alrededores. Sabe hacerlo bien. Hágalo, por favor, aunque sólo sea por su salud y la de quienes le acompañan. Esos “vicios” a los que tantos les confieren mayor fuerza que la de su voluntad, se pueden eliminar; muchas veces, para lograr algo basta con ponerse a ello. El intento lleva al logro. Es insuficiente abrocharse el cinturón, beber agua y “respetar” los límites de velocidad. Las comillas son porque he visto toda mi vida que nadie respeta siempre todos los límites de velocidad, ni los que llevan en lugar destacado la imagen de San Cristóbal y las fotos de sus hijos con el “papá no corras”. 

Buscamos otros paisajes y otras luces.
(Vista hacia el oeste desde Cabo Video, Asturias)
Además, conducir siempre igual, de la misma forma, con las mismas actitudes, a “piñón fijo”, vaya; no sólo es muy peligroso: es tomar un rumbo seguro al accidente. Conducir bien significa -entre otras cosas- adaptarse rápidamente a situaciones que cambian en fracciones de segundo. ¿Cuestión de reflejos? No mucho, es más cuestión de atención y previsión. Sentados en el puesto de conducción, si miramos, vemos qué hay delante, atrás y a ambos lados; llevamos nuestras manos en el volante y los pies en los pedales. Podemos pensar y prever; a medida que disminuya la visibilidad bajamos la velocidad -vigilando siempre que no nos alcance quien nos siga-; y en la medida en que no confiemos en nuestros reflejos aumentamos la previsión.

Aunque el viaje sea medianamente largo (entre 200 y 400 km), lo más probable es que podamos hacerlo por autopista o autovía, las carreteras más seguras. Si el objeto de andar ese camino es llegar a un determinado lugar y no hacer turismo durante el mismo, yo no dudaría en tomar una autopista aunque sea de peaje.

¡Llega la primavera!
Fuente (muy apropiada): liberacionahora.wordpress.com
Pero iré por partes. Este tipo de viajes solemos hacerlo acompañados de familiares y/o amigos, no es nada raro que poco antes de comenzarlo nos hayamos enfadado con alguno de nuestros pasajeros (cónyuge, hijos...), bien, pues recuerde que puede ser vital reconciliarse antes con la persona objeto de nuestro enojo antes de arrancar, por más que veamos que es su culpa: hagamos las paces. Una palabra, un gesto, una caricia, un beso... Pueden obrar milagros, nunca olvidé estos versos de Bécquer, vienen al caso. Empezar el viaje airado, desairado, con rabia... supone comprar un buen puñado de boletos para tener un accidente, sólo podemos evitarlo reconciliándonos... o dejando al “enemigo” en tierra; pero salvo casos muy excepcionales esta opción no es aconsejable porque bien puede hacer que andemos el camino “rumiando” el asunto felicitándonos unas veces de nuestra decisión y renegando de la misma y sintiéndonos culpables, otras. Alternativamente. Así pues, viajemos en paz con nosotros mismos y nuestros pasajeros.

Esto es mucho mejor que estar enfadados,
pero estacionando antes en un lugar seguro. 

Fuente: relatosdecomunerolandia.blogspot.com
Si es usted quien conduce, adopte actitudes de profesional -aunque no lo sea-, imagine que es el conductor de un autobús, el comandante de un avión, el capitán de un barco, el maquinista de un tren, y dispóngase a la tarea animoso y alegre sin escatimar atención, esfuerzo, trabajo, decisión y voluntad de hacerlo bien. Evite participar en las conversaciones y actividades de sus pasajeros, o sólo excepcionalmente en circunstancias muy propicias, o cuando sea necesario por problemas de navegación o por atender las indicaciones de un buen copiloto, por ejemplo.

Por más que hayamos oído hasta la saciedad durante un montón de años que debemos parar cada dos horas o cada 200 km, NO es una norma y, por supuesto, es una recomendación muy relativa: puede que sea necesario parar a los cuarenta y cinco minutos de partir o después de cuatro horas. Depende. Cuando lo necesiten sus pasajeros y usted. Desde luego, nunca es conveniente forzar máquinas ni cuerpos a no ser por razones de pura supervivencia. 

Fuente: marketingdeeventos.wordpress.com

Cuando circule por autopista y autovía:

  • Hágalo por el carril derecho utilizando los demás sólo cuando sea necesario o para hacer adelantamientos, asegurándose siempre antes de que no se pone delante de ningún vehículo que circule más rápido que usted. NO es difícil saberlo, si ve algún vehículo en el carril de su izquierda, aunque esté lejos, antes de moverse observe si su velocidad, con respecto a la suya, es igual o menor, entonces adelante; de lo contrario ni se mueva, y si no está seguro tampoco. Espere a que pase o vuelva (el otro) a su derecha. Naturalmente, da igual si va o no muy rápido, ni la policía puede denunciar un exceso de velocidad si no tiene aparatos homologados y contrastados para medirla, ¿quiere hacerlo a ojo? Por otra parte, si fuese andando por la acera, ¿se pone delante de alguien que va corriendo o circula en bici? Pues lo mismo. 

  • En estas carreteras, utilice los carriles de aceleración y decelaración tal como sus nombres indican. 

Fuente: www.wikivia.org
  • También requieren un sobre esfuerzo de atención porque la velocidad percibida siempre es inferior a la real, pero recuerde: a tan solo 80 km/h, en un segundo, se recorren 22 m. A nada que se anden torcidos se nos acabó la autopista. 

  • Por supuesto mantenga distancias de seguridad amplias, piense, si realmente puede detener su vehículo ante cualquier incidencia que provoque o sufra quien nos precede. La distancia de seguridad debe ser mayor con las motos, coches con equipaje en la baca, con remolques, autocaravanas (muchas veces de alquiler y conducidas por personas con nula experiencia con esos vehículos). Anticípese a la salida que pretenda tomar para descansar, repostar... colocándose con tiempo y espacio de sobra en el carril más próximo a la misma. Y si la pasa, siga, déjela, NO importa; tome la próxima. Es infinitamente mejor hacer unos kilómetros de más que jugarnos un accidente a cara o cruz tomando la salida por las bravas; esas decenas de minutos (si es que llegan a tanto) pueden ser el tiempo mejor invertido de nuestra vida.

Esteban


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miércoles, 13 de marzo de 2013

¡DÉJENLO ESTAR!

Esta mañana hablamos en OYE RADIO sobre el proyecto de los nuevos límites de velocidad, no ha sido el primer día ni será el último que decimos algo al respecto. Recordé que hace pocos días escribí un comentario (dividido en dos) para la noticia que publicó el diario 20MINUTOS sobre el mencionado asunto y he decidido dejarlo también aquí y tal cual lo redacté en su momento. Desde luego se puede profundizar bastante más sobre el tema pero, francamente, me ha gustado esta frescura y el cabreo que refleja sin perjuicio de apuntar algunas ideas muy significativas a tener en cuenta.


Déjenlo estar. ¡¡¡DÉJENLO ESTAR, POR DIOS!!!   

Vamos a ver, si el límite de 130 no se hace genérico para autopistas y autovías como en Francia, por ejemplo, y lo ponen sólo en algunos tramos, lo que van a conseguir es más denuncias por radar porque será mucho más fácil equivocarnos so pena de que vayamos mucho más pendientes del velocímetro que de todo lo demás, lo cual, es mucho más peligroso que el exceso de velocidad, con lo que conseguirán más accidentes y la recaudación apenas si aumentará pues es evidente que el número de vehículos en las carreteras seguirá a la baja. Por desgracia.

El cambio previsto para las carreteras convencionales es de una complejidad innecesaria y absurda que sólo puede tener un fin: en cuanto pongan un radar móvil acaban con el talonario. Los accidentes en las carreteras convencionales están relacionados con salidas de la vía, invasión del sentido contrario, cambios de dirección (a la izquierda) y de sentido prohibidos o mal ejecutados e infracciones en intersecciones por no respetar la prioridad de paso. Por exceso de velocidad casi nunca; y sólo por exceso de velocidad, nunca. Limitar entre 70 y 50 hará que muchos más conductores circulen dormidos (literalmente) cuando no atontados, lo que provocará muchas más salidas de la vía e invasión del sentido contrario dando lugar a más accidentes y muy graves. ¡Bravo!

Los límites de 30 y 20 en ciudad provocarán más atropellos a peatones y ciclistas, sin ninguna duda. Hay una relación directa entre atención eficaz, capacidad de respuesta y velocidad; cuando ésta es inferior a la exigida por circunstancias objetivas de vía, tráfico, metereológicas... la atención cae en picado; la mente no puede parar, si una tarea resulta demasiado fácil el pensamiento se va a otro sitio. Claro que aquí, estos límites se incumplirán mucho e impunemente porque los gobiernos municipales (salvo en ciudades grandes, y poco) no están por la labor de poner radares, es muy impopular, perderían votos.

Nuestros políticos dictan normas y leyes alocadamente cual si apostaran
 en un juego de azar, al que no sólo atienden poco y apresuradamente, sino que 
además, hacen gala de una soberbia ignorancia de todas sus reglas.
Respecto al uso del cinturón, niños, etc. No acabamos de aprender unas normas y nos vienen con otras, esto es inseguridad vial y jurídica -ambas cosas-, las normas deben ser sencillas, fáciles, las menos posibles y estables en el tiempo. El objetivo es que cumpliéndolas, den lugar a un tráfico más seguro, no más confuso lleno de conductores temerosos y/o temerarios.

Respecto a lo dicho por el PSOE sólo diré una cosa: estoy harto de ver a muchos de sus dirigentes y concejales de pueblos circular impunemente bien por encima de los 200 km/h en “sus” A-8. Y no sigo, porque esto sería interminable.

Los detectores de radar son un elemento de seguridad activa, y lo digo muy en serio, porque ayudan a ir mucho más pendiente de lo que realmente importa en la carretera y no de las trampas que pone la policía. Si alguien se rasga las vestiduras con esto, le invito a que tire la primera piedra. Nadie respeta siempre todos los límites de velocidad.

Así que termino con el grito del comienzo: ¡¡¡DÉJENLO ESTAR, POR DIOS!!!

¡Ah! Y un dato, me llama mucho la atención: Ya van varios años que el número de fallecidos por suicidio supera al de accidentes de tráfico. Y no parece que a nuestros “representantes” políticos les importe lo más mínimo.

Esteban

lunes, 11 de marzo de 2013

MADRID, 11 DE MARZO DE 2004

Fuente: www.iesfuentenueva.net

Es inevitable. El trágico y masivo crimen de Madrid del 11 de marzo de 2004 lo tengo muy fresco en corazón y memoria, mejor dicho, no precisa de memoria ni recuerdo. Es una constante en el tiempo, un presente que abarca todo el futuro. Hierve la sangre, y el pulso camina a lomos de ira y dolor. Desde entonces, cada año, y mientras exista este sitio y mi atomizado universo me propongo sembrar unos granos de arena de recuerdo y  esperanza.
Desde un lugar del norte, orilla al Mar Cantábrico,
algunos (me consta que quien aquí estampa su firma no es el único), cada 11 de marzo, somos de Madrid.
Todos tenemos atómicos universos, por tan minúsculos, pero en ellos encontramos electrones y con ellos podemos comunicarnos, conectarnos, crear, transmitir y hacer inmensa una energía positiva que vaya alejando el mal de nosotros y del mundo.


Podemos romper el círculo de violencia y hacer que se abra un próximo horizonte de paz en la Tierra.

Amén.

Esteban

viernes, 8 de marzo de 2013

8 DE MARZO


SOIS LA SAL DE LA TIERRA

Y  

VEHÍCULO DE VIDA

Y este mi pequeño homenaje y un modesto presente.




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Ayer, poco más de las seis de la tarde y desde el edificio de la UPV (Universidad del País Vasco) en Abandoibarra (Bilbao) disfruté un precioso arcoíris cuya grabación dejo a continuación a pesar de que no refleja bien su hermosura.
                            

Hace muchos años que conozco esta canción y su certeza. ¡Ojalá se convierta en mentira inmediatamente y para siempre!




Esteban

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viernes, 1 de marzo de 2013

¡A L E L U Y A!

Hizo ayer una semana y me sigue pareciendo increíble, tanto el rápido paso del tiempo como lo sucedido siete días atrás. Hasta la noche que dio paso al día 21 no supe si podría ir a Madrid. La vida suele darnos monedas con dos caras distintas y antagónicas, no me parece mal, pues si en ambas hubiese cruz multiplicaría por dos pena y dolor; sin embargo, en aquellos días (y en estos) personas a las que quiero han de lidiar con una moneda a la que no se le ve cara en ninguno de sus lados, de ahí, el tomar la decisión de viaje y rumbo a última hora, y la sordina que tiene la gran alegría que viví y aún disfruto.

A pesar de mis dudas entre realidad y sueño puedo probarme como hecho que el jueves de la semana pasada, a eso de las seis de la tarde llegaba a la Villa y Corte, con ilusión, esperanza, y suerte de poder alojarme en un hotel más que digno por un precio muy asequible y muy próximo al lugar donde se celebraba la gala de la entrega de los Premios 20Blogs VII Edición; a dos minutos andando o quizá menos. Perfecto.

Sí, señor Jorge Lorenzo Guerrero, ha sido todo un honor. Un verdadero honor.
 ¡Muchas gracias!
Fuente: 20 MINUTOS
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Un antiguo matadero, que conserva arquitectura y nombre, reconvertido en centro cultural fue el lugar elegido por el diario 20 MINUTOS para el evento. Reconozco que me gustó el sitio y la función para la que se utiliza, también me impresionó su tamaño, pero... qué quieren que les diga, un lugar que albergó tanto horror entre sus paredes me da que debe estar cargado con una ingente cantidad de energía negativa. Y sí, también como carne y pescado, no mucho pero lo como, lo siento Erick, no soy vegano.

Dentro del Matadero y en un lugar que me recordaba mucho a un hangar (esto ya está mejor) acontecería la gala. En la entrada mostré mi invitación y pasé, me gustó la iluminación, había música, se repartían bebidas y comida para picar pero sólo tomé una copa de vino tinto y dos pintxos, me gustó todo y el resto tenía muy buen aspecto pero no me entraba nada más; había algunas mesas altas y redondas, una barra (ningún lugar donde sentarse), el escenario... y el conjunto me resultó agradable, sencillo y diáfano. Intenté localizar alguna cara que me resultase conocida por las fotos de los blogs, pero sólo reconocí al señor Arsenio Escolar (director de 20 Minutos), tampoco tenía ninguna referencia de los otros dos finalistas de la categoría de Motor, me hubiese gustado conocerles pero no pudo ser, o no fueron, no lo sé.

El diploma
Fue pasando el tiempo y a las 21:30 en punto el señor Toni Garrido (periodista y presentador de la gala) abrió el acto de entrega de premios tras un breve, elegante y simpático discurso al que siguió otro algo más breve del señor Escolar. Hasta ahí me había sentido tranquilo mas empezaba a notar un cierto desasosiego y nerviosismo que iba suavemente in crescendo a medida que Toni deshojaba nominaciones y procuré concentrarme en la mecánica de la ceremonia sin quitarme de la cabeza la imagen tantas veces vivida con mis alumnos en espera del examinador, me di cuenta de que en el escenario se estaba muy poco tiempo y que no había que decir nada, lo que por una parte lo hacía todo más sencillo pero por otra me daba un poco de pena, pues tenía algo en mente por si acaso -aunque sabe Dios cómo hubiese transmitido mi lengua el pensamiento-. Después puse mucha atención en cómo subir al escenario sin caerme, tengo una cierta tendencia a hacer el ridículo en los momentos más inoportunos. Al escenario se llegaba por un plano inclinado situado en el centro y perpendicular al mismo y un mal paso en los ángulos superiores podría significar una importante lesión en mi ego y en mi cuerpo. 

El lugar tiene aspecto de hangar, eso me gusta.
Autor de la foto: Rodrigo Díez (¡gracias!)
Entretenido con esos pensamientos, sintiendo tan próximo el momento -a la vez deseado y temido- observando en mi ánimo el baile de contradictorias y variopintas sensaciones, oigo: “Los finalistas son: Catálogo práctico de mis circuitos de slot, coches con historia y conducir sin miedo. El ganador es... ¡Conducir sin miedo!”. El punto antes de “ganador” parecía punto y final, y los puntos suspensivos una eternidad. Tomé aire y subí la rampa como los toros por Estafeta en pleno San Fermín, allí no me di cuenta, pero poco después de bajar, sí: Señor Garrido, le presento mis disculpas desde aquí, porque le ignoré totalmente, qué menos que haberle dirigido una mirada y una sonrisa. Claro que a la persona que entregaba los premios se la veía salir por el lado izquierdo del escenario -según se está en él y cara al público- y el presentador estaba en el otro extremo, así que yo le daba la espalda buscando a ver a quién tendría que saludar y... me llevé una enorme sorpresa cuando vi que subía las escaleras un bicampeón del mundo de Moto GP: ¡Jorge Lorenzo! Me quedé de piedra, no me lo esperaba ni sabía nada de su presencia allí. Antes de darle la mano le dije “es todo un honor”, a lo que respondió: “el honor es mío”. Intercambiamos algunas palabras, muy pocas, y no me daba cuenta de que me mantenía de perfil como dispuesto a aprovechar la ocasión de hablar con el señor Lorenzo, hasta que me indicó con un gesto muy claro y discreto que me girase para que nos hiciesen la foto. Por cierto, apenas sigo las carreras de motos, francamente, pero prestaré mucha más atención ahora al Campeonato del Mundo de Moto GP, el señor Jorge Lorenzo me causó una excelente impresión a pesar del breve encuentro lo percibí como buena persona, afable y cercano, nada engreído; si tuviésemos oportunidad, seguramente podríamos ser amigos. Siempre me pareció muy difícil llevar bien fama, dinero y honores siendo joven, pero este hombre parece que lo hace muy bien y me resulta tan admirable como su indudable mérito.

Por aquí entramos al Matadero, literalmente. Da miedo hasta escribirlo,
pero salimos vivos y alegres por la misma puerta.
Bajamos del escenario, se me indicó amablemente que volviese con el público para no colapsar la zona y cuando me dirigía de nuevo a donde más o menos estaba antes, de un modo muy parecido a como salgo del agua en la playa y sin las gafas, casi como un náufrago que acaba de llegar a tierra, veo que una mujer me felicita y enseguida se identifica como ¡Towanda! Me dio mucha alegría y me presentó a dos amigos con los que estaba: Asun y Ramón Ferrera. Estuve un rato con ellos, charlamos, hicimos algunas fotos, comí algún dulce que me ofrecieron, tomé otro vino, conocí “al taxista”, a los autores de Yo fui a EGB, a un miembro del blog El Ojo de Darwin (Martín, si no recuerdo mal, natural de Huesca), a Elisa Lastres (a punto de publicar una novela) y a su marido que fueron a recoger el premio de Fundición Príncipe de Astucias (Humor), a Rodrigo y su novia Laura (acompañaban a Martín) y él me hizo una foto que me envió de inmediato a mi correo además de ofrecerme generosa y desinteresadamente su ayuda, y también conocí a los tres integrantes del blog ganador en Medio Ambiente (Pensando el territorio), con uno de los cuales tuve una interesante conversación.

Towanda (¡Vamos, Towanda!) y sus dos amigos se fueron antes. Terminada la fiesta, los jóvenes que menciono al final del anterior párrafo decidieron ir a tomar algo y seguir charlando y me invitaron a que los acompañase, lo hubiese hecho con mucho gusto pero había que ir hacia otra zona de Madrid, tomar el metro... Imaginé que se alargaría demasiado la velada y al día siguiente tenía faena y asuntos familiares bastante urgentes que atender, así que decliné la invitación y cuando pasábamos enfrente del hotel me despedí de ellos, lamentado no poder disfrutar de su grata e ilustrada compañía un tiempo más.

Hace dos días en OYE RADIO IBAIZÁBAL NERVIÓN.
La foto la hizo José Ángel Rubio, un genuino artista en las ondas. ¡Muchas gracias!
Lo cierto es que me gusta la fotografía, pero no estar delante del objetivo.
Se supone que las circunstancias lo requieren... Bueno, por una vez.
Hasta aquí mi subjetiva y breve versión de la gala tal como la he vivido. Me gustó, aún con sordina, como dije antes, lo pasé bien y me pareció que estaba perfectamente organizada, puestos a hilar fino, eché de menos que no hubiese dónde sentarse -aunque quizá fuese peor- y la única pega relevante que le encontré es que se realizase en jueves. Para quienes vivimos fuera de Madrid -en provincias o en la periferia, como se suele decir- es un inconveniente que determina mucho la posibilidad de ir; incluso para quienes viven en la capital puede ser incómodo, el día siguiente es viernes, laborable, hay que trabajar... Creo que lo ideal sería hacerla en sábado, o viernes, en el peor de los casos, pero en fin, no sé, imagino que sus razones tendrán aunque yo no las vea. Como dije en una entrada anterior (PREMIOS 20BLOGS), participar en este concurso siempre tiene premio, siempre se gana algo: más difusión para cualquier blog, se aprende, y se conocen personas y trabajos muy interesantes, no pocas veces excelentes, eso por lo menos. Luego animo encarecidamente a cualquier persona que lleve un blog a participar en estos premios sistemáticamente. No se arrepentirán.

De este estilo eran aquellas sandalias.
Pero si vienen a ser como unos zapatos rotos, por Dios.
Es el día de hoy que no las utilizo. Fuente: www.arte-aborigen.com
No quiero terminar sin contar una anécdota de mi infancia que tiene que ver con premios y vehículos, un disgusto, una espinita clavada que me he sacado el pasado jueves. Tendría el abajo firmante unos diez o doce años y una preciosa bicicleta BH roja y de hombre con la que participé en una carrera celebrada ni más ni menos que en el velódromo de Las Mestas de Gijón: Por aquellos años, eran muy conocidos dos velódromos en España, el ya citado y el de Anoeta en Donostia (San Sebastián), en ambos hasta se hacían a veces etapas de La Vuelta a España, más de una vez he visto pasar alguna edición de esa gran carrera ciclista por etapas desde la ventana de la casa en la que entonces vivía en Gijón.

De niño jugué algo al fútbol (muy mal) aunque una vez (pura suerte) evité un gol ya casi cantado con una parada imposible que arrancó el aplauso de todos (equipo contrario incluido) y que fue alimento de mi autoestima durante mucho tiempo, pero nuca llamó gran cosa mi atención eso del balompié. También jugué algo al baloncesto, balonmano... Pero lo que más me gustaba era andar en bici y jugar al frontón, casi todos los días.  

Velódromo de Las Mestas, Gijón.
Fuente:www.gijon.es
El caso es que en aquella carrera con mi BH roja (que unas veces se me antojaba un caballo, otras una moto, un coche de carreras... hasta llegué a hacer rústicos planos para ponerle alas a ver si conseguía volar) participé, ¡y gané! Hasta había preparado un pódium, donde subí al último peldaño, tal como me indicaron. Estando allí, naturalmente, yo esperaba una copa, aunque no fuese muy grande (bastaba con que fuese mayor que las de mis dos compañeros, eso sí) y mi sorpresa fue mayúscula y tremenda cuando después de felicitarme, un cura muy sonriente, veo que me entrega una caja de cartón. Me quedé mirándole como las vacas al tren, ¡no me lo podía creer! Hasta que dándome una palmadita me indicó claramente que me bajase, la ceremonia había terminado. No recuerdo qué les dieron al segundo y tercero. De camino a recoger la bici que había dejado tumbada en el prado, abrí la caja y había unas sandalias, ¿unas sandalias? Miré bien la caja por si había escondida alguna medalla, qué menos, pero no, sólo había un miserable par de sandalias. ¿Quién se iba a creer, mostrando “eso”, que había ganado una carrera ciclista? 

No se me ve, pero ahí estamos todos. Por cierto, no me caí, ni siquiera tropecé.
Fuente: 20 MINUTOS
Cuando llegué a casa, disgustado y compungido... Otra mala sorpresa: a mi madre le encantaron las sandalias “qué bien fiu, así ya tienes sandalies p’al verano; y son de piel buena”. Le contesté de inmediato con rabia, bajando la cabeza y alzando la mirada como hacen los toros antes de embestir: “eses sandalies no les voy a poner nunca, NUNCA. Voy descalzu”. En esto me salí con la mía, mi madre acabó regalándolas a una amiga para uno de sus hijos. Aquel verano que estaba a punto de comenzar, no tuve sandalias pero tampoco anduve descalzo. Así pues, hace una semana me quité esa espina (otra cosa que tengo que agradecer) porque me dieron un trofeo, además, diseñado por mi admirado Eneko. Me gustó y es muy significativo. ¿Se apuestan algo a que a mi madre NO le va a gustar nada dicho trofeo y afirmará tajante que no se acuerda del asunto de las sandalias? Si no acierto se lo haré saber.

Solo una cosa más: de haber tenido oportunidad de decir algo en la ceremonia, al menos, hubiese dicho lo siguiente y en este orden:

¡Esta va por ti, Carmen!

¡Por el maestro D. Arturo de Andrés! De quien tanto aprendí y aprendo.

Y por supuesto... 

¡Va por todos ustedes! Amables, pacientes y atentos lectores.

¡Muchísimas gracias!

Esteban
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