lunes, 13 de abril de 2015

APRENDER A CONDUCIR, APUNTES DE UN IDEAL. (1)

Hace muchos años que pienso, y lo he revisado muchas veces, que lo ideal para aprender a conducir es hacerlo de forma continuada en escuelas, institutos y universidades. Creo que unos programas bien definidos y adaptados a las distintas etapas de niños, adolescentes y jóvenes, combinando siempre teórica y práctica darían como fruto generaciones de conductores muy bien formados que, además, les permitirían aplicar automáticamente las aptitudes y actitudes desarrolladas durante su práctica a cualquier ámbito de sus vidas. Comenzar a aprender a conducir a los 18 años -o poco antes, en el mejor de los casos- muchas veces es demasiado tarde.

Si ante hechos que suceden en menos de un segundo
logramos mantener estas y otras virtudes,
con menor esfuerzo lo haremos disponiendo de más tiempo.
Fuente: grupopradinazgo.com
Es importante tener presente que un buen conductor, necesariamente, desarrolla sentido de la responsabilidad, practica valores como la tolerancia y la solidaridad, ejercita su paciencia, su capacidad de atención, observación y concentración, espíritu de superación, trabajo, esfuerzo, resistencia a la fatiga en el desarrollo continuado de una labor, gusto por la misma, satisfacción por hacerla bien (los resultados se perciben de inmediato); pone a punto y afina el instinto de supervivencia respetando más salud y vida. Aprende a asumir riesgos sopesadamente, a tener preparados mecanismos de respuesta ante situaciones de emergencia que pueden ser muy graves y actuar en ellas con eficacia y calma, extraer sólo lo útil del pasado y olvidar el resto para aplicarlo en un presente casi inexistente porque se transforma en segundos en futuro. Un buen conductor toma gusto y cuidado por el detalle, ve cómo gestos aparentemente insignificantes pueden desembocar en consecuencias buenas o indeseables. Se aprende un lenguaje no verbal basado en la coreografía del movimiento de los demás vehículos y de los peatones, se entrena constantemente en la toma de decisiones en fracciones de segundo, desarrolla su psicomotricidad, iniciativa y capacidad de improvisación; se da cuenta, que en cada recorrido que realice con un automóvil, por corto que sea, siempre se aprende algo, si se va lo bastante atento, de uno mismo y de los demás y que esta capacidad enriquece más el tesoro de su experiencia que una larga cuenta de kilómetros y viajes. 

Conducir bien disminuye enormemente el riesgo de accidente y ayuda a vivir mejor.

Conducir bien, templa y forja carácter. Vehículos y tráfico, creo que son elementos pedagógicos nada despreciables. Cuanto he dicho en el segundo párrafo, y alguna cosa más que probablemente haya dejado en el tintero, en mayor o menor medida está latente o despierto en todas las personas, conduzcan o no, pero en la misma medida lo he visto brotar y comenzar a crecer en muchos de mis alumnos comprobando que se daban cuenta y eran más conscientes de su potencial sintiéndose agradablemente sorprendidos por ello.

También se pueden utilizar los patios de recreo
para hacer juegos y deportes con vehículos.
Fuente: schoolhousevideos.com
Conducir bien, permite disfrutar de un modo muy seguro de la realización de un sueño atávico del ser humano desde que reconocemos su existencia como tal sobre la faz de la Tierra: ampliar la muy limitada capacidad de movimiento de nuestro cuerpo de forma autónoma. Lo que lleva a desarrollar nuestro sentido de libertad e independencia personal, a viajar y a moverse por el mundo conociendo otros paisajes y gentes. Amplia horizontes. Pienso que aquí está la raíz de que tantos gobiernos de todo el mundo amplíen leyes represivas con respecto al uso del automóvil -que tanto nos estimulan a comprar- y que, sin embargo, realicen tan miserable inversión en enseñarnos a hacer un buen uso del mismo. Un plan perfecto para asegurar la comisión de infracciones, pero ese es otro tema.

ENSEÑANZA PRIMARIA

Entre tres y cinco años se puede comenzar a enseñar a los niños algunos aspectos del fenómeno del tráfico, en el que, inevitablemente, se verán inmersos toda su vida de diversos modos. Más o menos, en ese rango de edad, la mayoría de los niños comienzan a tener un limitado acceso a vehículos propios: triciclos, bicicletas y hasta pequeñas motos o coches movidos a pedales o con motor eléctrico.

Un ejemplo perfecto de economía y eficacia en una escuela sueca, ¡en 1943!
Hasta 1969 en Suecia se conducía por la izquierda.
Fuente: Internet
La mayoría de las escuelas disponen de un patio de recreo donde se pueden preparar distintos tipos de circuitos urbanos, interurbanos, de habilidad, de carreras... Los niños pueden intercambiar distintos papeles: peatones, conductores (en ocasiones todos con el mismo tipo de vehículo, en otras no), policías, jueces, abogados, fiscales, conductores profesionales, trabajadores de reparación y mantenimiento de vías públicas; mecánicos que, en la medida de sus posibilidades, se responsabilicen del cuidado de las máquinas.

Los patios pueden utilizarse también los fines de semana, y algunos de estos días realizar excursiones en grupo por carriles para bicicletas de las localidades en las que vivan. En la preparación de estas salidas podrían participar todos, o formar equipos con ese fin que se alternen la tarea; todo, como una iniciación al viaje que además les permita conocer mejor su ciudad.

En la última etapa de esta fase sería conveniente que entrasen en contacto con los karts, tanto de pedales -con estos se puede empezar antes- como de motor, puesto que ellos han crecido, en todos los sentidos, las prestaciones de los vehículos también deben aumentar, y, al menos, aunque espaciado en el tiempo pero de un modo regular, comenzar a manejar coches de verdad, de autoescuela, con doble mando y profesor a su cargo, en principio, sólo en circuito cerrado, aunque no descartaría completamente la posibilidad de hacerlo también en vía pública a modo de introducción. En todo caso, desde el comienzo de la enseñanza y hasta la obtención del permiso de conducir, mantendría la bicicleta como vehículo base y constante.

Hay karts de pedales hasta para adultos.
Fuente: impressivemagazini.com
Todo esto, se puede complementar con algunas visitas a museos de automóviles, fabricantes de coches, talleres, circuitos, carreras, exposiciones de automóviles de todo tipo, etcétera. En esta etapa también se podría comenzar a utilizar simuladores de conducción, pero no me parece imprescindible y encarecería el precio, mejor en la siguiente.

ENSEÑANZA SECUNDARIA Y FORMACIÓN PROFESIONAL

Aunque también en la anterior es posible, en esta etapa se puede establecer una mayor y más sólida relación entre distintos aspectos del automóvil y las distintas asignaturas propias de la misma. Todos sabemos, por ejemplo, de la íntima relación que existe entre las asignaturas de Matemáticas, Física y Química, y vehículos de motor. Pero no sólo de ciencia vive el hombre, también el mundo del automóvil tiene su espacio en arte, literatura, historia, cine y otras áreas. Sin duda, el mundo sería muy diferente de como lo conocemos si no existiera este invento.

La estructura que planteo para la enseñanza primaria es perfectamente válida en esta y, como ya han visto se basa en cuatro pilares: enseñar regularmente, enseñar sistemáticamente, enseñar teoría y práctica. Tan solo hay que aumentar el caudal de conocimiento a transmitir, emplear más los karts de motor, incrementar el uso de la bicicleta y las excursiones con ella, comenzar a trabajar con simuladores de conducción y, como máximo con 15 años, empezar a trabajar con coches de autoescuela tanto en circuito cerrado como en vía pública. En estas, ya se pueden plantear viajes en toda regla de corta y media distancia. En circuito cerrado, una vez por año entre los 15 y los 18, al menos se pueden practicar los que ahora se suelen denominar cursos de perfeccionamiento básico pero que incluyen prácticas de frenadas de emergencia en seco y mojado con y sin esquiva.

A esta edad, aproximadamente, ya se puede practicar
en ocasiones con coches de verdad.
Fuente: www.jose-vasconcelos.edu.mx
En principio, un alumno con 16 años estaría bastante mejor preparado para conducir solo que los que actualmente obtienen el carnet con 18 años o más; sin embargo, legalmente no podría hacerlo y me parece bien, pero cuenta con la ventaja de disponer de dos años de prácticas en carretera para acumular experiencia del modo más seguro posible: con un coche con doble mando y un profesor al lado practicando en todo tipo de circunstancias, viajes nocturnos incluidos. Dos años parecen mucho tiempo, pero el alumno no sólo está aprendiendo a conducir y las prácticas en vía pública tampoco se harían todos los días sino cada dos semanas, por ejemplo. 

Cumplidos los 18 años o un poco antes, cada alumno podría acudir a la autoescuela que desee para obtener su permiso de conducir, y ahora sí que, prácticamente, sería un puro trámite porque ya sabe conducir de verdad.

ENSEÑANZA UNIVERSITARIA

Para los jóvenes que lleguen a la universidad, normalmente ya con su permiso de conducir y habiendo pasado las etapas anteriores, se puede disponer de algunas clases teóricas, entrenamiento con simuladores, y reducir las prácticas con los coches de autoescuela a la realización de algunos viajes largos, y en circuito cerrado hacer cursos de perfeccionamiento más avanzados, uno por año sería suficiente.

Aprender a conducir es duro muchas veces,
pero siempre puede ser muy satisfactorio y agradable.
Fuente: www.lavozdigital.es
En esta última etapa, algunos alumnos conducirían por su cuenta y no estaría mal que dispusieran de un tutor para cuando lo necesiten, también se pueden preparar cursos ad hoc en casos de accidentes o infracciones graves.

CAMPAMENTOS DE VERANO

En las tres etapas y en cada curso, pienso que sería muy interesante realizar campamentos de verano, de al menos una semana, en un circuito, habilitando en el mismo aseos, cocina, comedor y zona para dormir, lo que podría hacerse en tiendas de campaña. Algo así como los cursos de “inmersión lingüística” pero con otro objeto.

NOTA

Aún me falta hablar sobre personal docente financiación y exámenes, pero las ideas básicas y más importantes, las ventajas obtenidas si se llevasen a cabo, tanto para el individuo como para la sociedad, creo que están recogidas aquí. Cuentan con la ventaja añadida de que para realizarlas no se precisa de cambios legislativos, al menos en cuanto a lo que respecta a la Ley de Tráfico y sus reglamentos; aunque pueda sonar un tanto extraño, lo cierto es que una persona no puede ir ni a examen de teórica sin haber cumplido 18 años, pero no hay establecida ninguna edad para aprender a conducir, basta con que su estatura le permita manejar los mandos del coche y lo haga con uno de autoescuela y con un profesor, o por libre con un coche particular pero también con doble mando y una persona que se responsabilice del mismo. Sin embargo, sí será necesario hacer algunos cambios, quizá solamente administrativos, para enseñar a conducir en escuelas, institutos y universidades; las competencias en materia educativa corresponden a las comunidades autónomas, pero, financiación a parte, debería ser muy factible. Además, que yo sepa, la primera que se animase a ello sería pionera en el mundo.

Esteban

Enlaces relacionados: ASÍ APREDÍ A CONDUCIR (6)

18 comentarios:

  1. Una vez más debo felicitarte por tu estupenda entrada y cómo se han ido nombrando actividades adaptadas a las distintas edades.
    Interesantes las propuestas expuestas.
    Es cierto que hay actividades programadas en el ámbito escolar. En mi caso que estuve dando 5º y 6º en los dos últimos años, tenemos programada una salida con estos alumnos donde practican en un circuito cerrado adaptado. En 5º realizan el circuito en bicicleta y en 6º con los karts (creo que se escribe así). Además también hay algún día dedicado a la bicicleta donde se refuerza lo aprendido sobre educación vial, haciendo circuitos en el patio del colegio. Es cierto que se podría hacer algo más (museos, fábricas de coches, talleres, etc.) pero con todas las cosas que se deben tratar en la escuela al menos sí que se trabaja el asunto tratado en la noticia.
    Me quedo con los valores que debemos transmitir en cualquier proceso de enseñanza-aprendizaje, como los que has mencionado: tolerancia, respeto, paciencia, esfuerzo, satisfacción por hacer las cosas bien...
    Saludos.

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    1. ¡Muchas gracias, Manuel! También agradezco mucho la información tan concreta que me das que, aunque no es tanto como se podría hacer y nos gustaría, no está mal, seguro que su efecto tiene, y todo suma, que es lo importante.
      Con respecto a los valores, estoy totalmente de acuerdo. Pienso que, independientemente, de la materia (y nivel) objeto de estudio, siempre se puede y se debe aprovechar para transmitir valores. La única semilla que es seguro que no germina es la que no se lanza.
      Un abrazo, amigo.

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  2. Una vez más yo también te felicito. Una entrada llena de sentido común. Es cierto que a partir de tercero de primaria hay salidas para practicar en bicicleta en circuito, pero yo creo en el día a día y procuro llevar a mis hijos en bici por los sitios y momentos que me parecen seguros para ellos (y los demás) pero a la vez útiles para aprender a circular.
    Estoy también de acuerdo en probar los karts a motor. Me gustaría mucho que lo probaran este verano.
    Me quedo con lo que indicas sobre las cualidades que se adquieren al ser buen conductor. Me saqué el carnet a los 39 y pude observar cómo las actitudes necesarias para conducir bien influencian positivamente en el carácter y por tanto en todas las facetas de la vida.
    Personalmente, me encantaría poder subir a mis hijos en un doble mando tan pronto como llegaran a él. Creo que legalmente la edad mínima serían 12 años. Sería realmente muy interesante que una autoescuela ofreciera esta 'extraescolar', aunque creo que la mayoría de gente la consideraría peligrosa (yo no). ¡Saludos!

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    1. Moltes gràcies, Elisa!
      Me alegra conocer la observación que cuentas sobre tu experiencia, y tu interés para que tus hijos aprendan a conducir de un modo menos convencional y más profundo (lo que tampoco me sorprende), estaría muy bien que alguna autoescuela se interesase en este asunto y ofreciese clases antes de que los alumnos cumplan los 18, pero, ¿cuántos padres se lo tomarían en serio? Imagino que muy pocos, incluidos buena parte de mis colegas, desafortunadamente. Tampoco yo veo ningún peligro especial, pero empezaría siempre en circuito cerrado, salir a carretera, aun en lugares y horas muy tranquilas, sí puede suponer un riesgo añadido a edades tempranas por la diferencia en la percepción del riesgo, la sobrevaloración de capacidades y las ganas de experimentar que pueden volver muy osados a niños y adolescentes reduciendo mucho las posibilidades de actuar al profesor. En mi opinión, la seguridad en un coche de autoescuela radica sobre todo en la capacidad de anticipación que tenga el profesor respecto al alumno. No tenemos que “oler” lo que va a hacer, por eso, entre otras cosas, creo que los 15 años, en general, sería una edad adecuada. Ahora, en circuito cerrado no habría problema a ninguna edad, ni siquiera de tipo legal. Pero justo es decir también, que he conocido y conozco a niños que superan a sus padres en sentido común.
      Supongo que mencionas los 12 años por la norma que prohíbe utilizar asientos delanteros a menores de esa edad, etc. Pero hay otra muy poco conocida que prohíbe conducir con estatura inferior a 1’50, salvo con adaptación en el vehículo. Viví una historia muy kafkiana con ese tema, pero tuvo final feliz.
      Saludos i bona nit!

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    2. Hola Esteban:
      Creo que hay una norma que permite usar el doble mando a partir de los 12 (supongo que se tiene que cumplir además lo de metro y medio). Estoy esperando la historia kafkiana!!!!
      He de decir que me fiaría de dejar a mi hijo mayor a las órdenes de mi profe de autoescuela en tráfico abierto (zonas tranquilas y fáciles, obviamente)...Igual es que soy muy osada.
      Saludos!

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    3. Hola Elisa:
      Pues no conozco ninguna norma respecto al uso del doble mando y menores, pero bueno, entiendo que tampoco afecta a lo que expongo, ya que en circuito cerrado no hay problema de edades, la Ley de Tráfico afecta en vías públicas, y en estas tampoco veo necesidad de conducir a tan corta edad.
      Doy por sentado que puedes confiar plenamente en tu hijo y en tu profesor, conoces a ambos, y no me parece ninguna osadía sino una buena idea. El único problema es que, claro, sólo se podrá hacer de cuando en cuando y, tal vez, a tu hijo le pueda resultar un tanto frustrante, su perspectiva del tiempo es muy diferente a la nuestra, no sé, ¿qué opina él?
      También sería bastante revelador saber si tu profesor lo ha hecho con sus hijos o algún adolescente de su familia y, desde luego, hay que trabajar con una mentalidad diferente, hay tiempo por delante, ningún examen a la vista... En su momento, yo me lo tomé más como un divertimento, pero tomaba notas que aún conservo, comenzamos haciendo ejercicios en circuito cerrado y luego ya prevalecían pequeños viajes por carreteras tranquilas pero nada fáciles. Ahora, aprender se aprende, por supuesto, viene de maravilla y además lo pasamos muy bien.
      ¡Saludos!

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    4. A mí sí me gustaría que existieran cursos de este tipo. De hecho creo que de niña me hubiera gustado muchísimo.
      Saludos!

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    5. Sí, debería de haberlos; y seguro que te hubiesen gustado. Yo tuve suerte, aunque nadie me dejó conducir un coche de vedad hasta que fui a la autoescuela, por lo menos siempre estuve metido en el ambiente.
      ¡Saludos!

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  3. Olá Esteban,

    O povo precisa mesmo aprender a andar.

    O bom condutor tem que ter senso de responsabilidade no trânsito. A atenção, a paciência, tolerância, observação e concentração é prioridade para quem dirige. Aqui no Brasil a violência no trânsito é muito, têm Record de acidente de transito devido a falta de responsabilidade dos condutores. As leis até que estão bem mais severas, mais mesmo assim os motoristas não respeitam.

    Obrigada pela presença, gostei de te receber por lá. Já estou te seguindo pra voltar a te ler novamente.
    Deixo um abraço e ótima semana!

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    1. Hola Smareis:

      Me alegra verte de nuevo por esta tu casa, y me entristece lo que me cuentas de Brasil, un gran país que no tengo el placer de conocer pero por el que he viajado mucho con la imaginación, libros y mapas, sobre todo siendo adolescente. La Amazonia siempre me resultó muy seductora.

      Espero encarecidamente que disminuya la violencia en el tráfico y en todos los ámbitos cuanto antes y la vida sea más amable y grata para todos. ¡Ojalá!
      ¡Gracias y un abrazo!

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  4. Querido amigo: Me encanta esas asignaturas de tolerencia y respeto en la docencia de las auto escuelas, pero lo malo es que muy poc@s lo van a llevar al uso. Pero espero que entre tod@s lleguemos a algo positivo.
    Un abraciño y gracias por tu amistad,
    Rosa María Milleiro Domínguez

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    1. Normalmente, en las autoescuelas se practica sistemáticamente la tolerancia, de lo contrario es imposible sobrevivir en el oficio. Y, prácticamente, todos los alumnos se dan cuenta. Otra cosa buena que se llevan. Después... habrá de todo, porque son edades en las que la vida nos somete a muchos e importantes cambios (otra razón más para aprender a conducir lo antes posible); pero como bien dices, yo también espero que lleguen y lleguemos a algo positivo.
      Se habla mucho de los jóvenes en referencia a la dificultad para encontrar trabajo, pero creo que aún hay cosas peores, en mi opinión, están pasando un desierto más duro y largo que en nuestra época, pero con muchísimos más espejismos que dificultan enormemente descubrir la realidad. Aún así, observo frecuentemente en el metro que la mayoría de las veces que alguien cede su asiento a un anciano, una mujer con niños pequeños, o embarazada, o muy cargada... es un joven el que lo hace, y de forma muy inmediata, también veo que suelen ser hombres jóvenes los que mayoritariamente detienen su coche para ceder el paso a los peatones. ¡Hay razones para ser optimistas, amiga!
      Gracias a ti. Un abraciño.

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  5. Tenes sentido comun cuando escribis y eso es tan dificil de encontrar
    Vos escribis
    yo vuelo
    vos conducis
    yo manejo los pedales de mi vida
    Gracias por tu apoyo
    un abrazo inmenso

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    1. ¡Gracias, Mucha!
      No dudo que manejes tu vida, y lo celebro. Pero no olvides que me encanta volar. Tengo vocación de nube. Y ya desde una montaña con una cierta altitud se ve el mundo tan hermoso y ajeno de maldad...
      Por supuesto que cuentas con mi apoyo, faltaría más. Y no se merecen las gracias; es tan surrealista lo que te ha pasado... ¡No sufras y ánimo!
      Un fuerte abrazo.

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  6. Totalmente de acuerdo Esteban, creo que no es nada positivo el hecho de que en un mes puedas ponerte en circulación. Además, el concienciarnos desde niños en la seguridad vial es muy importante. Espero que hayas tenido una buena Semana Santa. Nosotros ya estamos de vuelta en el blog contando cómo la vivimos. Un fuerte abrazo y buen fin de semana. @Pepe_Lasala

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    1. Exactamente, concienciarnos desde niños es fundamental, si no se hace mucho más difícil, sobre todo por la presión y engaños de sociedad, amigos y familia que, paradójicamente, tanto perjudican a los jóvenes en el desarrollo de una actividad tan vital. Es algo absolutamente ilógico y terrible.
      Que tengas una buena semana, amigo.
      Un fuerte abrazo.

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  7. Muy bueno!
    Pienso que la mejor forma de educar a nuestros hijos es con nuestro ejemplo. Ahi esta la clave. Que vean en nosotros los valores y buenos modales en medio de toda circunstancias. Saludos!

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    1. ¡Gracias, Jackie!
      Por supuesto, estoy totalmente de acuerdo contigo. Aunque somos humanos, cometemos errores... Y en ocasiones damos mal ejemplo. Pero siempre se puede corregir, entonar un “mea culpa”, pedir perdón, reparar el daño y asumir con determinación un propósito de enmienda.
      ¡Buena semana, saludos!

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